Cuando Algo Va Mal

A ninguno de nosotros nos gusta cuando las cosas van mal. Ya sabemos que esos momentos difíciles son indicativos de la necesidad de crecimiento espiritual. Si vamos a prosperar realmente en el camino espiritual, hay algo que tenemos que recordar: 

Antes de que las cosas mejoren, muchas veces tienen que empeorar. 

crecimiento-espiritual

Porque cada vez que llegamos a un punto en que nos damos cuenta de que lo que funcionó ayer no está haciéndolo hoy, tenemos que cambiar de rumbo. Y cambiar de rumbo significa intentar cosas nuevas, cosas nuevas que no siempre funcionan a la primera de la manera que queremos que lo hagan. Pero eso no significa que no debamos intentarlo.

De hecho, sé que cada vez que intento algo nuevo, lo más probable es que encuentre problemas o no funcione de la manera en que esperaba en el primer momento. De vez en cuando, una idea nueva acaba convirtiéndose en un gran triunfo (y no me refiero a triunfo sólo en su aspecto económico, por supuesto). Pero antes de llegar hasta ahí, la mayor parte del tiempo tengo que intentar e intentar e intentar hacer las cosas bien . Y cuando finalmente lo consigo... es impresionante!.

Sin embargo, hasta que llegas ahí, son momentos confusos, muy confusos. No estás seguro exactamente de qué hacer en cada momento, cómo hacer para sacar adelante tu proyecto, cómo hacer para que tome en la realidad la la forma que tiene en tu cabeza y en tu corazón.  Y a medida que lo vas intentando, poco a poco lo vas vislumbrando...



La conclusión de todo esto es la siguiente: tenemos que estar dispuestos a probar cosas nuevas si queremos crecer. Y si vamos a probar cosas nuevas, tenemos que estar cómodos y seguros con nuestras nuevas ideas, aunque no funcionen en un primer momento. Debemos mantener la seguridad de que a medida que sigamos intentándolo, ajustando cosas y aprendiendo, algo impresionante acabará saliendo de ahí.

Plantéate: ¿qué nuevos planes tienes en mente ? ¿Tienes miedo de haber cometido algún error, o de cometerlo en el futuro?. No pasa nada. Se aprende de los errores, aunque sea doloroso. Precisamente las equivocaciones existen para que aprendamos de ellas y con ellas. De hecho pienso que si no nos equivocamos y lo pasamos mal, no aprendemos... 

Sigue intentando nuevas cosas hasta que te salgan bien, porque lo harán.  Y da igual el campo en el que lo desees: salud , relaciones, trabajo, carrera...

Sigue adelante, confía en Ti mismo, fluye con la situación, hay cosas grandes para ti detrás de cada momento de confusión. Lo que tú ves como errores o fallos o reveses... todo eso son nada más y nada menos que pistas de la vida para que corrijas tu rumbo, pistas que redirigen tu camino hacia el objetivo que te has fijado y que aparecen cuando más lo necesitas, cuando tomas una dirección que te llevaría a otro punto distinto al que te habías propuesto.

De ahora en adelante mira tus errores desde otra perspectiva. Abre los ojos, los del corazón, los de la intuición, los de tu mente, mira más allá de tu piel, porque eres mucho más. Eres inmenso, infinito, grande. Simplemente estás aprendiendo. ¿Tú qué opinas?

Con Amor,
María D.

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