Por qué Vives tu Vida

No te apresures a juzgarte a ti mismo o a quienes tropiezan en el sagrado viaje. Es ingenuo creer que un camino libre de obstáculos es una señal de avance espiritual. A menudo nos hemos decantado por una ruta sembrada de desafíos como medio para proporcionarnos la rica y profunda comprensión que no sería posible con un guión vital que rozara superficialmente la condición humana.

Así pues, sumérgete totalmente en tu experiencia. Vive tu vida plenamente. Siente intensamente. Y sabe que la más elevada expresión de la experiencia de estar vivo reside en ser consciente de que todo ha sido creación tuya. En la aceptación de la total responsabilidad por la condición que consideras tu vida está la clave para advertir que ésta es mucho más que eso.

Al reconocer que eres el Creador de tu existencia. te abres a la experiencia del Uno, como Creador de Todo lo Existente.

El lienzo de tu vida está inundado con la riqueza de los contrastes. La dualidad, como característica de tu existencia, es la que rechazas fervientemente y la que tienes que aceptar para liberarte de los interminables ciclos que crean esos patrones.

Los esfuerzos por suprimir las inclinaciones consideradas negativas, que niegan que esas reacciones emocionales forman parte de tu mecanismo de respuesta, sólo contribuyen a atraer circunstancias que suscitarán esas mismas reacciones. 

La emoción en sí misma no es un obstáculo a tu progreso espiritual. El objetivo no es negar que somos capaces de sentir emociones negativas. Muy al contrario. El objetivo consiste en sentir plena y hondamente esas respuestas espontáneas al tiempo que renunciamos al impulso de permitir que esa emoción gobierne nuestra respuesta.

Has elegido vivir lo humano como el vehículo más directo a la culminación de tu sagrado viaje como Ser. 

Tu objetivo era superar las limitaciones de tu humanidad y experimentar ese estado a través de los sentidos físicos. Esto es lo que eres. Este es el héroe que vive en el corazón de todo cuanto criticarás y demonizarás en tu interior. Es el sagrado Ser de Luz que avanza  en esta vida con la esperanza de que un mapa lo conduzca a la Fuente interior. Es quien cree a veces que el viaje es algún tipo de carrera contra el tiempo, cuando la verdad es que no existe el tiempo. Y no hay carrera alguna. No hay que apresurar la experiencia: hay que disfrutarla.

Con Amor,

M

fuente: El Uno, de Rasha

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