Mirate al espejo
Hoy me sentía mal, triste, enfadada con el mundo entero... Me molestaba a mí misma estar así, y trataba de huir de un lado a otro rápidamente, como si el malestar fuera algo que pudiera dejar atrás, lejos. Pero estaba en mí. Paré. Conseguí detener a ese parloteador que tenemos todos en la cabeza que no hace más que robarte tu silencio interior y verdadero que tanto necesitamos y que afortunadamente siempre se queda contigo esperando a que le dejes hablar. Conseguí parar a ese hablador que no eres tú. Me miré al espejo, primero con miedo, después con desafío. Me asustaba mirar a esa persona que tendría enfrente de mí en cuestión de segundos mirándome fijamente también ella a mí de una forma desafiante. Pero me armé de valor, valor para afrontar mis sentimientos, reconocerlos, aceptarlos, dejarlos fluir...pero mirándome al espejo. Tenía los ojos repletos de tristeza, sentí mi corazón cansado de huir de aquellos sentimientos de soledad, pena, angustia, enfado, que me habían estado pe