Puedes Empezar Hoy

Muchas veces las tres emociones peor vividas por nosotros, en nuestra experiencia humana, son: el miedo, la rabia y la tristeza. Por lo general, estas emociones son rechazadas, controladas, negadas y ocultadas; con esto quiero decir que hacemos de todo para no sentirlas, porque despiertan heridas de nuestra niñez. Las heridas más importantes son: el rechazo, el abandono, la humillación, la traición y la injusticia. De concedernos el derecho de ser humanos y tener todavía heridas no sanadas por no haber perdonado al otro ni a uno mismo, la mayoría de nosotros preferimos seguir acusando a los demás de ser la causa de nuestro miedo, de nuestra rabia y de nuestra tristeza. Esto es lo que nos hace vivir tantas emociones negativas y lo que nos hace enfermar. Sin embargo, estas emociones pueden ser muy útiles: El miedo podrías utilizarlo para ser consciente de que buscas protección. El miedo existe en tu experiencia para recordarte que la verdadera protección esta dentro tuyo.

Yo estoy aprendiendo a aceptar a las personas, aún cuando ellas me defrauden, aún cuando se salgan del ideal y expectativas que yo tengo de ellas, y aún cuando ellas me hieran con palabras ásperas o acciones irreflexivas. Es difícil aceptar a las personas así como ellas son, y no como yo quiero que sean. Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo, porque yo estoy aprendiendo a amar. Yo estoy aprendiendo a escuchar. Para escuchar con los ojos, con los oídos, con el alma, y con todos los sentidos, lo que dice el corazón, lo que dicen los hombros caídos, los ojos tristes, y las manos inquietas. Para escuchar el mensaje que esconden las palabras, para descubrir la angustia guardada, la inseguridad enmascarada y la soledad encubierta. Para penetrar en la sonrisa falsa, la felicidad simulada, y la adulación exagerada. Para descubrir el dolor de cada corazón, para descifrar el por qué de las lágrimas. Poco a poco, yo estoy aprendiendo a amar. Yo estoy aprendiendo a perdona

EL ARTE DE ESTAR SOLO. "La gente se apega, y cuanto más te apegas a la otra persona, más se asusta la otra persona, más ganas tiene de escapar, porque hay una gran necesidad interior de ser libres. El deseo de libertad es mucho mayor que cualquier otro deseo, es mucho más profundo que cualquier otro deseo. De ahí que uno pueda sacrificar incluso el amor, pero no pueda sacrificar la libertad, no forma parte de la naturaleza de las cosas. De ahí que la auténtica dicha sólo pueda ocurrir en tu soledad. La soledad es un arte, todo el arte de la meditación. Estar completamente centrado en tu propio ser sin ansiar a la otra persona; estar en tal profundo reposo contigo mismo que no necesitas nada más, eso es la soledad. Te proporciona dicha eterna. Si primero estás arraigado en tu ser y luego te diriges a una relación, el fenómeno es completamente distinto. En este caso puedes compartir, puedes amar y también puedes disfrutar este amor. Incluso cuando es momentáneo,

Qué difícil es a veces darnos cuenta de las señales que el Universo nos pone por delante a lo largo de nuestra vida, ¿verdad?. Y qué cabezotas nos volvemos cuando no queremos ver las cosas. Nos volvemos aún más ciegos justo ante aquello en lo que debemos trabajar, y es más, le damos la espalda, con lo cual estamos pidiendo más de lo mismo, y es lo que recibiremos... Es cierto que en muchas ocasiones no es fácil leer esas señales. Pero no te preocupes, irás recibiendo toques de atención cada vez más llamativos y claros hasta que caigas en la cuenta de que algo no anda bien dentro de tí. Mi llamada de atención más clara está siendo la Soledad. En general se ve como algo extraño que las personas disfruten de ella, no se considera algo muy "normal" que alguien pueda disfrutar de estar solo. Yo he descubierto dos tipos de soledad: la soledad física (aquella que experimentamos a nivel externo, físico - no estar rodeado de nadie, no compartir tu vida o tus momentos con